Reciclaje de Pilas.
Muchas ciudades del país tienen el enfoque de reciclar materiales tales como papel, plástico y/o hierro, pero en este caso nos referiremos al reciclaje de pilas. Tan sólo el 10 por ciento de los mexicanos reciclan pilas y necesitamos hacer un cambio hacia un nuevo estilo de vida.
Una pila dependiendo de los materiales de que está compuesta puede llegar a contaminar hasta tres mil litros de agua, haciéndola inusable e imbebible para los seres humanos y animales. Las pilas comunes están compuestas por materiales pesados: mercurio, cadmio.
Y si, cuando se acaba el período útil las arrojamos al bote de basura, seguramente terminarán en el basurero municipal. La lluvia lava los restos de las pilas y arrastra el mercurio, que se abre paso a través de la tierra, hasta que encuentra la napa subterránea de agua y la contamina.
Como el agua de la napa está siempre en movimiento, termina volcándose en los ríos y así llega al mar. Actualmente, buena parte de los mares del planeta están contaminados. A la vez, el agua contaminada se fija en la carne de los peces y enferma al hombre cuando la consume. Pero, curiosamente, el mercurio no afecta a los peces. Cualquier pila puede llegar a contaminar suelos, aguas, plantas y animales.
Un ejemplo de las iniciativas que se pueden realizar en los planteles educativos es la que llevó a cabo el Centro de Estudios Tecnológicos del Mar No. 19 en el municipio de Centla, Tabasco, mediante una campaña interna cuyos primeros pasos fueron hacer exposiciones para promocionarla con el título: Ponte las Pilas con las Pilas.
Además de las exposiciones los alumnos elaboraron trípticos y hasta videos entretenidos para enseñar a reciclar las baterías. Pusieron contenedores por toda la escuela con colores llamativos e indicaciones de cómo introducir las pilas.
A medida que creció la campaña se expandieron hacia otras escuelas y partes de la ciudad tales como los mercados públicos y el Palacio Municipal. Colocaron los contenedores en esos lugares al igual que se llevaron las exposiciones para seguir promocionando la iniciativa.
¿Qué hacían con las pilas que obtenían? Cuando los contenedores llegaban a un peso adecuado de pilas los estudiantes llevaban una serie de procedimientos para recolectarlas. Ellos tenían que portar herramientas de seguridad (guantes, cubrebocas, bolsas de plástico, etc.) para que los materiales que estaban en los contenedores no les hicieran daño.
Luego que ellos tenían todas las pilas que fueron depositadas en los contenedores, separaban de las buenas a las menos y mayor dañadas. Las más dañadas se envolvían con cinta para evitar una mayor corrosión. Se colocaban todas las pilas en bolsas de plástico gruesas y luego en botes con tapas para posteriormente transportarlas a Villahermosa, capital del estado de Tabasco, a las oficinas de la dependencia correspondiente para que llevaran su debido y adecuado reciclaje.
Estos estudiantes con tan solo poca ayuda económica pudieron hacer un cambio. Poco a poco ellos lograron comenzar un nuevo estilo de vida. “El querer es poder y nosotros queremos un cambio”, expresaron en su momento. Hay que seguir el ejemplo.