“Necesito del mar porque me enseña: No sé si aprendo música o conciencia…”
El mar – Pablo Neruda

Cuenta la mitología griega que Ulises ordenó a su tripulación taparse los oídos con cera para evitar caer en el encanto de las sirenas, ya que al escucharlas el deseo de lanzarse al mar e ir tras ellas es inevitable, muriendo ahogados en el intento.

Cual canto de sirena, escuchar a Marisol Rueda Flores hablar sobre los corales hipnotiza pero lejos de llevarte a la muerte transmite vida, dan ganas de lanzarse al mar, nadar entre los diversos colores de corales que menciona y protegerlos de su posible y tal vez no lejana extinción.

Es necesario quitarse la cera de los oídos y escuchar atentos: Estamos acabando con los arrecifes de coral y, sin exagerar, el impacto ambiental y económico que esto tendría podría ser catastrófico.

¿Qué son los arrecifes de coral?

Treinta y tres años y me acabo de enterar que los corales son animales, pensaba que eran una especie de planta acuática.

«Los corales están compuestos de pólipos, animales diminutos, si nos acercamos muchísimo a una cabeza de coral estos parecen pequeñas florecitas, dentro de los pólipos crece una microalga llamada zooxantelas, la cual le da nutrientes al coral y su color, por eso vemos corales morados, amarillos, naranja».

Realmente, cuando vemos un coral estamos viendo el exoesqueleto de carbonato de calcio segregado por los pólipos para protegerse. Cuando el pólipo se sujeta a una roca del lecho marino, se clona a sí mismo miles de veces, conectando su estructura calcárea entre sí, dando paso a una colonia que funciona como un organismo individual. Miles de años tienen que pasar para que las colonias crezcan y se agrupen con otras, formando así los arrecifes.

Toma miles de años a la Madre Tierra construir toda esta «selva marina» y al humano le toma minutos acabar con ella.

¿Qué está sucediendo con nuestros corales?

Como todo ser vivo, los corales necesitan luz, alimento y un ambiente favorable para su pleno desarrollo.

Este ambiente saludable se encuentra comprometido por muchísimas causas producto de nuestras actividades cotidianas, hablar de una sola es querer minimizar el daño, sin embargo el tema del agua residual es una constante, según nos platica Marisol.

“Para mí lo peor son las aguas residuales, llevamos más de una década batallando con eso, tenemos una Norma Oficial Mexicana para el centro del país que no considera que aquí (Quintana Roo) tenemos un sistema Kárstico; es decir, que abajo de nosotros tú cavas dos metros y hay agua, todos nuestros ríos son subterráneos, no los vemos como en otras partes del país, todo lo que hagamos aquí arriba se va a filtrar rápidamente a nuestro sistema de manto acuífero, incluso las aguas que sí son tratadas son ingresadas nuevamente a dicho manto, el cual está conectado no sólo con cenotes sino con el mar”, explica.

Añade que hay un flujo hacia afuera y hacia adentro, “todo lo que hacemos en nuestra casa: El aceite de comida desechado en las coladeras, el shampoo lleno de químicos, lleno de fosfatos, todo eso aporta nutrientes a nuestra agua… Para el humano hablar de nutrientes es buenísimo para la salud pero en el caso de las aguas cristalinas, transparentes que están así porque no tienen nutrientes ‘aportarle’ nutrientes provoca que las macroalgas crezcan, y crecen sobre el coral”.

Los nutrientes en el mar significa el crecimiento de estas «asesinas seriales», su crecimiento excesivo provoca que la luz solar no llegue a los arrecifes, irrumpiendo sus funciones biológicas tales como alimentarse, reproducirse, respirar… por consecuencia acaba con la vida que habita en ellos.

¿Conoces a SAM?

SAM rebosa de vida, borra las fronteras y expande su existencia por encima de ellas, se extiende a lo largo de Belice, Guatemala, Honduras y México inundándolos con la vida que lleva.

SAM es el Sistema Arrecifal Mesoamericano transfronterizo más grande del mundo y contiene el segundo arrecife de barrera más largo a nivel mundial abarcando los países mencionados, para cada uno representa un recurso natural, cultural y económico.

Su belleza y biodiversidad resguarda más de 500 especies de coloridos peces, 67 especies de coral espinoso y algunas de las poblaciones más grandes de manatíes y tortugas marinas en peligro de extinción, en él se encuentra el sitio de agregación probablemente más extenso de pez ballena.

Representa un ingreso anual importante para la economía de estos cuatro países debido a la belleza del lugar, disponibilidad de recursos naturales y abundancia de especies de alto valor comercial, principalmente a través de actividades turísticas, pesca y agricultura. Alrededor de 1 y 2 millones de personas dependen directamente de los recursos marinos de la región SAM como fuente de ingresos (MAR Fund).

Según datos de la WWF en el año 2012 en Quintana Roo, México el turismo relacionado con el arrecife contribuyó $5 millones al estado, representando un 49 por ciento de la actividad económica y le proporciona empleo al 34 por ciento de la población con edad de trabajar.

Guardianes de los arrecifes: Healthy reefs for healthy people

En el 2003 nace la iniciativa «Arrecifes saludables para gente saludable» la premisa «los arrecifes saludables son esenciales para mantener a las personas saludables. A la vez, sólo podrán proteger los arrecifes y otros recursos naturales de los que dependen su sustento y su calidad de vida aquellos habitantes locales que estén saludables y que progresen.» Una de las metas principales del healthy reefs es conservar la integridad del ecosistema del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM).

Marisol es una de los ávidos guardianes del arrecife, Bióloga, aparentemente humana pero ese par de piernas se transforman en aletas en cuanto tocan la mar, buzo apasionado desde 1999, de espíritu inquieto, vivió en los La Paz, B.C, Costa Rica, Ecuador, Islas Galápagos y actualmente se encuentra en Playa del Carmen, lleva 11 años trabajando con Healthy Reefs y más de 20 años en la lucha por la conservación de los recursos naturales, congruente con su esencia creo «Boutique del Mar» procurando dar una alternativa al uso de los plásticos, que es bien sabido terminan en nuestros océanos, mares, ríos y lagunas.

Un poquito más sobre los Corales…

Los corales son la primera barrera natural a la que se enfrenta un huracán absorbiendo hasta un 90 por ciento de su fuerza, Si la intensidad con la que llega un huracán a tierra ya fue disminuida gracias a este “escudo protector natural” que tenemos y aun así sufrimos la inclemencia de su paso ¿pueden imaginarse cómo sería si llegara con todo?

También son en parte responsables de la arena blanca de nuestras playas, en los arrecifes habita un maravilloso ser productor de arena blanca: El pez loro, este se alimenta de las macroalgas que llegan a cubrir al coral, al hacerlo se comen un pedacito de él, lo digieren, defecan y «nace» la arena blanca; literal caminamos sobre popó de pez loro.

El costo económico que puede representar para un lugar como Quintana Roo, que es netamente turístico, perder esta fuente maravillosa de vida que es el SAM es mucho más elevado que la inversión e intención que se requiere para cuidarlo.

No sé ustedes pero si algo me enseñó la pandemia es lo frágil que es este sector y me niego a formar parte del problema, como ciudadanos hay «pequeñas cosas» que hacen una gran diferencia, ya saben «piensa global, actúa local», como por ejemplo, evitar arrojar al drenaje el aceite que utilizamos en casa, reducir el consumo de agua embotellada ¿Qué tal si nos compramos una botella reutilizable? En Boutique del mar pueden encontrar unas muy chingonas, no dejar nuestra basura en las playas, súper importante, y así hay una lista amplia de las acciones que podemos realizar para proteger a SAM.

Aún hay mucho más que descubrir y escribir sobre los arrecifes, sobre el mar, mi niño interior se encuentra inquieto.