La cuna está en el agua para reír y crecer van mis peces de colores que en su oleaje se disfrazan alegres, brillantes y hermosos inventan un lenguaje mientras cientos de gaviotas cantan para reverenciar al manglar y tu sol solecito que enciendes el corazón dile a los cangrejitos con tu dulce calor “amigos de azul armadura defiendan con gran talento vuestro verde lugar”.
En este sitio de raíces vivas todo huele a libertad -“Yo quiero danzar con la espuma” exclaman las perlas divinas y se sumergen a soñar.
No hay mayor tesoro que el viento pueda susurrar abrazando los latidos de este paisaje que abre a los ojos anunciando su grandioso destino: “Yo soy el eterno manglar”.